Eva Comesaña, Vigo 1993.
Bailarina, creadora, docente, gestora cultural y Dj. Me acerco al mundo artístico a través de la danza, empezando por adentrarme en la cultura Hip Hop y comprendiendo su impacto social y político, queriendo traer esa reivindicación a mi realidad a través del arte. Es por eso, que la gestión cultural aparece en mi vida como parte de esta protesta, llevando actualmente el Teatro Gorrilla y el Macarena War.
La docencia forma parte también de mi, pasando por muchas escuelas y espacios, consiguiendo poder estar en Honduras con el programa “Coñecemento da realidade” de ESF (Enxeñería Sen Fronteiras) quienes me brindan la oportunidad de adentrarme en las comunidades y grupos de mujeres y adolescentes hondureñas para compartir y aprender, a través de la danza y de las herramientas que la gestión cultural me brindaron hasta el momento.
La creación propia y la autogestión es parte de todos los procesos en los que estuve y estoy, siendo las primeras creaciones escénicas entre amigas queriendo profesionalizarnos y sacar adelante proyectos.
En 2024 se estrena “Perder a lingua”, pieza para salas y teatros con la ayuda a “nova creación del AGADIC”, Xunta de Galicia, junto a Rubén Fernández (músico), Eva Antelo (artista visual) y Macarena Palacios (escenógrafa e iluminadora).
Como intérprete, formé parte del elenco de la pieza “Penélope, destecendo o vínculo” de Constance Hurlé.
La música me atraviesa, y es por eso que empecé a seleccionar y hacer sesiones para la gente en clubs, para poder transmitir esta pasión desde los platos, teniendo preferencia por la música negra con ritmos percutivos, desde algo más urbano hasta lo más electrónico.
Y como siempre intento estar acompañada, creamos el colectivo de deejays Chapamama, para generar espacios sanos y cuidadosos en la escena nocturna y en festivales de música.
Perder la lengua combina danza, música y videocreación para celebrar nuestras raíces y lenguaje.
Dúo de danza contemporánea dirigido por Vanessa Lozano y Eva Comesaña en espacios no convencionales
El Lavadero es una performance de 30 minutos que aborda la desigualdad de género.
TerraFIRME es un solo de danza honrando la resistencia y trabajo de las mujeres en comunidades rurales.